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El Maremagnum es el único centro comercial de toda Barcelona con permiso para abrir sus tiendas los 365 días del año.
Metro: L3 (Verde) - Drassanes
La transformación urbanística que supuso la designación de Barcelona como sede de los Juegos Olímpicos de 1992 conllevó también la recuperación del litoral barcelonés. El antiguo muelle de España pasó a albergar un puerto deportivo y junto a él, se construyó un centro comercial, como una isla en mitad del puerto.
En sus inicios, el Maremagnum concentró una gran oferta de ocio nocturno, ya que disponía de un cine multisalas, restaurantes, bares de copas y discotecas. Sin embargo, supo reinventarse y pasó a ser un espacio de ocio familiar y diurno, apostando por los restaurantes y tiendas de moda, en detrimento de las discotecas y bares musicales.
Aunque cuenta con dos accesos desde tierra firme al centro comercial, el más utilizado es el de la Rambla de Mar, por la que deambulan casi el 75% de los visitantes del Maremagnum. Se trata de una pasarela de madera de 380 metros de longitud sobre el agua que une este espacio con la plaza del Portal de la Pau y con las Ramblas, de las que recibe su nombre ya que se considera como una prolongación natural de estas.
Al estar ubicada junto al puerto deportivo, cuenta con un puente que se abre para dejar paso a las embarcaciones que entran y salen del muelle. Sobre el agua también se pueden observar unas figuras curiosas llamadas Miraestels. Estas son unas esculturas blancas que flotan sobre el Mediterráneo. Son obra del artista Robert Llimós y representan a un hombre que no puede dejar de mirar al cielo.
