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La Casa Milà, conocida popularmente como "La Pedrera", es un edificio singular, construido entre 1906 y 1912 por el arquitecto Antoni Gaudí (1852-1926) y declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO el año 1984.
Barcelona es una de las grandes capitales arquitectónicas del mundo gracias, en buen parte, a los tesoros que construyó en esta ciudad el arquitecto Antoni Gaudí. Su edificio mas imaginativo es La Pedrera o Casa Milà, fruto de cuatro años de trabajo (de 1906 a 1910) al servicio de la inventiva mas atrevida de este genio. No es de extrañar, pues, que esta joya declarada Patrimonio de la Humanidad, se mantenga en la vanguardia arquitectónica un siglo después. Es una obra atemporal, de plena actualidad, que nunca pasa de moda, porque es única y, a la vez, siempre sorprendente a los ojos del visitante.
Gaudí creó esta encantadora obra por encargo de la familia Milà. El arquitecto trabajó en este edificio después de acabar la Casa Batlló, otra de sus creaciones más famosas. En La Pedrera, Gaudí deja manifiesto porque se lo conoce como el arquitecto de las formas imposibles. Solo hay que fijarse en la fachada, en la que creó un fascinante juego de convexidades i concavidades. El efecto, a los ojos de quien la contempla, es el del movimiento a las olas del mar, como si fuera un homenaje al Mediterráneo. No en vano, el autor utilizó técnicas de ingeniería naval para construir ente edificio, decorado con balcones de hierro forjado que emitan vegetales. Otro detalle es la forma en la que se tallo las piedras, dotándolas de un aspecto rugoso, que recuerda una pedrera, coincidencia que se acabó dando nombre a la casa. Todo el conjunto es como una gran escultura en movimiento, que parece guiar al visitante a la azotea. Aquí, Gaudí creó elementos sinuosos y curvilíneos recreándose así en su fantasía más emotiva y que coronó con las chimeneas recubiertas con cristales.
La Pedrera es indispensable para entender y conocer en profundidad la obra de Gaudí. La visita a la casa consta de dos partes: una exposición permanente dedicada a su obra y una visita a la azotea, donde se pueden admirar los elementos arquitectónicos-escultóricos que la conforman. Además, en la quinta planta se puede visitar un piso de época, decorado con muebles y utensilios de estilo modernista recreando la vida de una familia burguesa barcelonesa durante el primer tercio del siglo XX.
Vale la pena cruzar el mundo para ver esta obra de arte de la arquitectura universal, única e irrepetible. Sólo Barcelona ofrece obras del modernismo como la Casa Milà, conocida como La Pedrera, que recuerda la falda de una mujer y está coronada por unas maravillosas chimeneas redondeadas y sinuosas que hay que visitar.
Muy recomendable la visita guiada, especialmente por la tarde, con la caída del sol. Excepcional.
Despues de visitar el Park Güell decidí que quería ver todo de Gaudí. Me encantó. No es que esté llena de detalles, es que todo es un detalle. Es genial!!