Mercat de les Flors

El Mercat de les Flors es un teatro barcelonés de titularidad pública desde 1983, cuando desde el Ayuntamiento se impulsó la creación de un espacio escénico en el antiguo Palau de la Agricultura, un edificio novecentista construido para la Exposición Internacional de 1929, que se celebró en la montaña de Montjuïc. Desde entonces, el teatro se ha convertido en todo un referente de las artes escénicas en nuestra ciudad, albergando espectáculos de toda índole: teatro, danza, música, cine, performances, art media… Gracias a esa firme apuesta se ha conseguido que los mejores dramaturgos, directores de cine y las mejores compañías del mundo a nivel artístico hayan pasado por su escenario, haciendo del Mercat de les Flors un referente de la escena y la creación contemporánea de España.

Además de su importancia como templo artístico, el Mercat de les Flors es también un buen ejemplo para comprender una de las corrientes arquitectónicas del siglo XX en Barcelona: el novecentismo. Así, el edificio se construyó en la confluencia de la calle Lleida con el Paseo Santa Madrona en una superficie de 16.000 m². Arquitectónicamente, el inmueble consta de cinco naves rectangulares y dos galerías porticadas que se sitúan alrededor de un gran patio central. Fue construido por Josep María Ribas y Manuel María Mayol, quienes obtuvieron influencia del renacimiento italiano, como se puede apreciar en las diversas fachadas recubiertas de estuco y cerámica, así como en las torres octogonales del recinto.  Posteriormente a su utilidad para la Exposición, el recinto se acabaría convirtiendo en el mercado central de flores de Barcelona, de donde adquirió su naming definitivo para el futuro teatro.

Ya como teatro, el consistorio decidió realizar una ampliación en el Mercat de les Flors incorporando una nueva sala llamada Espacio B. Fue entonces cuando se encargó una gran cúpula de 12 metros de diámetro para el vestíbulo central al artista mallorquín Miquel Barceló, que corona un espacio circular diáfano con columnas alrededor que da acceso a una de las salas de exhibición continua del teatro.