Palau Macaya

El Palau Macaya es un edificio modernista que ha llegado hasta nuestros días y que todavía se puede visitar, ya que ha sido reconvertido como centro de cultura y está abierto al público. El origen del edificio lo encontramos en Romà Macaya, un rico algodonero que experimentó un fuerte crecimiento industrial gracias al comercio de tejidos indianos con América. Las enormes perspectiva de negocio que ofrecía la urbanización del actual Eixample con la ejecución del plan Cerdà, llevó a Macaya a comprar unos terrenos en el actual Paseo San Juan en 1899.

Como en tantos otros edificios modernistas, el Palau Macaya fue concebido como una residencia familiar en la que poder vivir unida toda la familia Macaya. Uno de los elementos más llamativos del edificio es el color blanco de la fachada, bastante alejado de otras obras similares de Puig i Cadafalch. También destaca el vestíbulo, pensado como una zona amplia para la entrada con el carruaje y unas pequeñas aceras en los laterales. Los arcos que dividen el espacio en diferentes áreas más pequeñas presentan una decoración sencilla conseguida con el juego del material de construcción, los ladrillos. Siguiendo el patrón de la esencia burguesa de la época, el piso principal era el reservado para el cabeza de familia. En este caso concreto, cuenta con una distribución que recuerda bastante a la Casa Amatller, también del mismo arquitecto. Los otros pisos estaban reservados para los hijos del señor Macaya, mientras que el entresuelo era ocupado por el servicio, que debía asistir a todos los pisos del bloque, por lo que este es uno de los pocos casos en los que servicio y burgueses deambulaban por la misma escalera.

En la actualidad el Palau Macaya se ha reconvertido en un centro cultural gestionado por La Caixa. Además de ser un espacio  para impulsar la reflexión, el diálogo y la transformación social, cuenta con tres exposiciones permanentes en las que se repasa  el Modernismo, la figura de Puig i Cadafalch y el pasado, presente y futuro del recinto. El Modernismo es analizado como movimiento que afectó a toda Europa y, en particular, su repercusión en Barcelona y en el Palau Macaya. Y es que hablamos de un movimiento artístico eminentemente urbano. Entre la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX, se propaga por toda Europa un estilo nuevo y rompedor que anuncia un cambio en la sociedad y en el arte. Por su parte, la exposición sobre Puig i Cadafalch, nos muestra a uno de los grandes personajes de la Catalunya del siglo XX, ya que también asumió un gran compromiso social y político.