Sants-Montjuïc
Los populares barrios de Sants y Hostafrancs, de marcado pasado industrial, se hallan junto al parque de la montaña de Montjuïc, la zona verde y de recreo más importante de Barcelona. Aquí emerge con fuerza el Paral·lel, una de las arterias más importantes de la ciudad.
Alrededor de la montaña de Montjuïc fueron creciendo diferentes núcleos de población que posteriormente formaron la estructuración del distrito de Sants-Montjuïc.
En 1897, Sants se anexionó definitivamente a la ciudad de Barcelona mediante un real decreto, junto con Sant Martí, Sant Andreu, Les Corts, Gràcia y Sant Gervasi. Anteriormente, Sants era una pequeña zona vecinal prominentemente agrícola que existía desde el siglo XI y que se fue transformando en paulatinamente en un gran pueblo industrial, gracias en parte a la instalación de grandes fábricas textiles. En ellas se estampaban las prendas de ropa con los dibujos denominados indianas, tales como: el Vapor Vell (Sants), la Espanya Industrial (Hostafrancs), Can Batlló (la Bordeta).
Con motivo de la Exposición Internacional de 1929 se urbanizó la montaña de Montjuïc con palacios feriales, instalaciones deportivas y un conjunto de parques y jardines, tales como los Jardines Botánicos. Además, se construyeron importantes museos, como el Arqueológico y el Etnológico, la prestigiosa Fundació Joan Miró y el Museu Nacional d’Art de Catalunya, así como otras instalaciones: el Teatre Grec, el Mercat de les Flors o el Pueblo Español. Durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, la zona tuvo una nueva remodelación con la construcción de la Anilla Olímpica: el Estadio Olímpico y el Palau Sant Jordi, actualmente se celebran tanto eventos deportivos como culturales.
La imagen más emblemática de Montjuïc es la perspectiva nocturna en las Fuentes de Monjtuïc con su espectáculo de luz y agua con el Palau Nacional iluminados.
La avinguda del Paral·lel, se empezó a urbanizar con motivo de la Exposición Universal de 1888, hasta convertirse en un paseo lleno de vida y colores que se extiende desde el Puerto hasta el recinto de Fira Barcelona. El denominado Broadway catalán, se convirtió en una popular avenida de teatros y cabarets que ofrecían espectáculos y revistas musicales. Aún hoy, se conservan el Teatre Victoria, el Teatre Condal, el Teatre Apolo o la sala Barts, antiguo Teatro Español. Y sin lugar a dudas, el edificio más emblemático e icónico de esta avenida, El Molino, ha visto pasar las vedettes más importantes del cabaret aportando personalidad propia, espectáculo y color.
Barrios:
El Poble-sec, Hostafrancs, La Bordeta, La Font de la Guatlla, La Marina de Port, La Marina del Prat Vermell, Sants y Sants-Badal.