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Taberna clásica y de ambiente acogedor, ideal para tomar un aperitivo el fin de semana antes de comer y saborear una de las tradiciones más típicas de Cataluña, el vermut.
Metro: L3 (Verde) - Fontana
FGC (Ferrocarriles): L6 - Gràcia
Antes de que la televisión y las series americanas nos trajesen la moda de tomar cervezas con amigos para acompañar el aperitivo, Cataluña era tierra de vinos y de vermuts. Aunque esta rica tradición nunca se llegó a perder del todo, hay que reconocer que en los últimos años ha rebrotado con más fuerza que nunca, convirtiéndose en una actividad no solo muy apetecible, sino también muy cool. Así, los lugares más modernos de Barcelona son a la vez los más antiguos, aquellos que han resistido el paso del tiempo y que ahora viven una segunda juventud gracias a hipsters y trendies que vuelven a valorar la autenticidad de pizarras clásicas, con la carta escrita en tiza, con decoración minimalista a base de barricas de roble y con olor a vino.
Uno de esos claros ejemplos en los que menos es más lo encontramos en la calle Sant Domènec, junto a la plaza de la Vila de Gracia. Allí se encuentra La Vermu, una vermutería de toda la vida que se ha convertido en templo de las reuniones informales entre amigos los fines de semana a mediodía, y en la que disfrutar de vermuts artesanos. Su aspecto retro se hace presente ya desde el exterior, portón rojo de madera y cartel de corte clásico que nos retrotrae a los años 50-60 del siglo pasado. Una vez dentro podemos elegir entre tres variedades diferentes de vermut: uno casero venido desde Vilafranca, vermut negro del Montsant o un vermut blanco, más amargo, pero que sorprende a todos los que lo prueban. Y para los que encuentran esta bebida demasiado fuerte para empezar el día, la alternativa es cerveza made in Barcelona o una enorme variedad de vinos jóvenes y crianzas de diferentes añadas e intensidades.
Sea cual sea la opción elegida, hay que reconocer que si uno no está acostumbrado, un vermut o una copa de vino puede ser demasiado antes de comer. Por eso La Vermu cuenta con una gran variedad de tapas y platillos con los que suavizar el impacto del alcohol en nuestro organismo: croquetas, ensaladilla, huevos rotos, patatas chips cocinadas por ellos, butifarra catalana o las patatas bravas. Y aunque lo más típico y tradicional sea disfrutar esta bonita tradición catalana en fin de semana y a mediodía, hay que destacar que siempre es un buen momento para disfrutar un auténtico vermut catalán en La Vermu. Aunque eso sí, siempre con moderación.
Vamos mucho, es un lugar genial para tomar vermut, estas de charreta, las tortillas están buenísimas. Si vas a gracia de vermuteo es punto obligatorio de parada. Las tapas en general están muy buenas y el personal es siempre muy agradable.
Por poner una pega, a veces el ruido es excesivo porque el local es muy pequeño.